martes, 6 de octubre de 2015

En una entrevista: 3 cosas buenas y 3 cosas malas sobre ti (2ª parte)


Por petición expresa, amplío el punto de 3 cosas buenas y 3 cosas malas sobre ti (accede a la primera parte), pero sólo la segunda parte…

Las fáciles son las cosas buenas de nuestro perfil profesional, las virtudes,  incluso teniendo que razonarlas. Con las difíciles, las cosas malas que nos piden sobre nosotros , es con las que más ayuda buscamos en internet. Vamos a seguir dando ideas:

  • Mi físico apantalla mis capacidades técnicas: para gente cuyo físico llama la atención por la razón que sea.
  • Mis habilidades comunicativas distraen de mi nivel de responsabilidad: para perfiles comerciales que deben asumir responsabilidades en otros ámbitos. 
  • Tengo tendencia a no desconectar gracias a la tecnología: correo en el móvil, el teléfono siempre encima, etc…
  • Cuando he tomado una decisión no puedo evitar seguir considerando variables o nueva información sobre la misma.
  • En el trato con las personas de mi entorno profesional gano confianza con facilidad y siempre llega el momento en el que debo recordar los roles de cada uno.
  • Tengo tendencia a querer implantar aquellas herramientas que en el pasado he utilizado en otras empresas y han sido efectivas para cumplir mis funciones y mantener una organización adecuada.
  • Tengo facilidad para saber si mis compañeros y compañeras están cómodos con mucha o poca información o el grado de sociabilidad que cada uno tiene. A la hora de repartir tareas, puedo conseguir que cada trabajador dé lo mejor de sí mismo pero desde fuera puede no parecer un reparto equitativo.
  • No puedo evitar, a la larga, valorar  la progresión global de mi puesto de trabajo, preguntándome, por ejemplo, si mi dedicación en horas y mi nivel de responsabilidad está acorde a la evolución profesional que inevitablemente todos seguimos.
  • Alcanzado el límite de mis atribuciones profesionales, tengo tendencia a hacer llegar información a mis superiores que faciliten sus decisiones del tipo legal, organizativo, técnico o social. Esto puede ser malo porque  en algunas ocasiones puede ser una información que hayan obtenido por otras vías y porque da por hecho que su criterio puede necesitar un refuerzo.
  • Como me gusta que deleguen en mí, que me hagan responsable del trabajo que tengo entre manos, es inevitable pasar el momento inicial de establecimiento de limitaciones: hasta dónde puedo decidir y tengo autonomía. Sentarse a clarificar este punto puede ser en ocasiones incómodo para mis superiores, aunque procuro facilitarlo al máximo.
  • Soy una persona que, disfrutado del trabajo en equipo,  es competitiva. Me gusta que el negocio para el que trabajo vaya mejor que el de al lado y que los similares del sector. Para valorar esto suelo informarme de resultados empresariales o simplemente contar los coches que hay en la zona de clientes. Me motiva estar en el equipo ganador pero me da una falsa apariencia de extrema inquietud o vana curiosidad.
  • Siento mucho respeto por los procedimientos normalizados de trabajo y no me gusta que se pongan en duda de forma gratuita o en el momento menos oportuno: me gusta que las cosas se hagan siempre de la forma más efectiva, incluso el hecho de proponer una mejora.
  • Tengo facilidad para detectar perfiles desmotivados, aquellas personas que únicamente tienen en la jornada laboral una “fuente de ingresos”. Como considero que son actitudes que no aportan nada a una empresa mínimamente competitiva, utilizo mis herramientas de motivación, que pueden invitar a pensar que vuelco mi atención especialmente en un miembro del equipo y, en ocasiones, incomodan a la persona que recibe mis estímulos.
  • No me gusta tener que resolver 2 veces el mismo problema. Soy entusiasta de las soluciones definitivas: si un tornillo tiene tendencia a aflojarse hasta que se cae y hay que parar para apretarlo, la solución no es dejar al lado del tornillo un destornillador para ahorrar tiempo de paro, sino la sustitución del tornillo por algo más eficaz y definitivo. Para ello hay que estimular adecuadamente a otros departamentos que no siempre son igual de receptivos y comprensivos.
  • Así como yo reconozco el trabajo bien hecho de los miembros de la entidad para la que trabajo, me gusta que se me reconozcan los méritos y no soy nada amigo de enchufes y atajos similares, por lo que no está en mi naturaleza preguntar el apellido de nadie antes de interactuar, ni para bien ni para mal.
  • Me encanta disfrutar de mis vacaciones y de mi tiempo libre, desapareciendo de internet y desconectando el teléfono en cuanto puedo, salvo que haya algún “punto caliente” que requiera mi atención y que se me haya informado ex profeso. Eso sí, debo estar informad@.
  • Habiendo detectado la poca sensibilidad para con las empresas de algunas normativas y entidades en el ámbito de la Prevención de Riesgos Laborales me cuesta valorar las decisiones internas en este ámbito, sin dejar de respetarlas. Entiendo que muchas veces no se pretende mejorar la seguridad sino evitar sanciones, pero eso choca con las incomodidades e inseguridades que nos podemos encontrar l@s trabajadores/as en distintos momentos de nuestra actividad profesional.
  • No estoy cómod@ con decisiones viscerales, me gusta poder justificar mis decisiones de forma racional y presiono para que mi equipo y compañer@s hagan lo propio conmigo. Una decisión basada en un feeling no significa necesariamente que conduzca a un error, pero creo que es mejor detectar las variables que provocan ese feeling y actuar siempre de la mejor forma. Con gente veterana esto puede implicar un periodo de adaptación.
  • Debido a mi [experiencia, formación, entorno familiar, entorno profesional…] soy una persona versátil que puede aportar soluciones en situaciones en las que hace falta una intervención poco habitual. Me desagrada que no se tenga en cuenta mi posible aportación y que se me “encasille” o limite en exceso por mi atribución profesional del momento.
  • Me provoca rechazo tener que recibir consejos profesionales de personas que no van a defender su orientación gratuita y, muchas veces, espontánea: en ocasiones intervienen técnicos de PRL, mandos intermedios o personas del comité para orientar sobre derechos y deberes pero no de forma formal y escrita por las vías adecuadas, sino mediante consejos puntuales y esperando modificaciones conductuales, lo que no favorece en ningún caso un buen ambiente laboral.

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