domingo, 24 de junio de 2018

Por qué formar parte de un Banco de Tiempo

Un Banco de Tiempo es una agrupación de gente que comparte su tiempo mediante el intercambio del mismo. La unidad de intercambio es la hora.

Se trata de prestar servicios de una hora de duración y aprovecharse de servicios de esa misma duración, llevando el sistema de gestión del Banco del Tiempo el control de horas cedidas o disfrutadas para mantener un sano equilibrio entre ellas.

Por ejemplo, alguien que no sabe cocinar puede pedir que le presten una hora de cocina en su propia casa, corriendo con los gastos de los productos que se utilicen para cocinar (su saldo de horas queda en -1). A cambio, puede dar clases de informática a aquel miembro del Banco del Tiempo que lo necesite y compensar la hora cedida, sin que sea necesario que reciba el servicio el socio que cocinó.

Es por tanto especialmente interesante el uso de los bancos de tiempo en momentos en los que necesitemos ayuda por cargas excepcionales de trabajo, como épocas de exámenes, déficits de salud, afrontar nuevos  proyectos, etc, pero también en el caso de querer conocer gente, compartir capacidades, aprender de los demás e incluso ahorrar.

Son típicos ejemplos de lo que se demanda y oferta en los bancos de tiempo: clases particulares y de repaso, idiomas y traducciones, ayuda con informática y telefonía móvil, entrenadores personales, recados, pequeñas reparaciones domésticas, tareas de oficina, acompañar a personas, terapias varias, servicios amateur de fotografía, cocina, lectura, costura, técnicas de manualidades, canguros, pasear o cuidar mascotas...

Además de un recurso para superar una época complicada, los bancos de tiempo son de utilidad para ampliar la red de contactos personales o ganar experiencia profesional, por los vínculos que se crean. Por supuesto, como sistema de economía social o colaborativa, también proporciona la satisfacción personal de contribuir al desarrollo de las personas, y por tanto de la sociedad sin el control que implica la participación del dinero.

Existen multitud de bancos del tiempo, pero es conveniente formar parte de aquel geográficamente más cercano para aprovechar al máximo sus posibilidades, ya que el desplazamiento es también una inversión de tiempo y muchas veces un coste económico.

La principal ventaja de recurrir a servicios mediante este tipo de plataforma es que el objetivo de quien te ayuda no es “facturar”, por lo que hay garantía de que actuará de buena fe, como si fuera un familiar o amigo. El principal inconveniente es que por el tipo de relación que se establece, la responsabilidad de quien te presta el servicio es también limitada, como si fuera igualmente un familiar o amigo.

Así pues, la próxima vez que te plantees escanear apuntes, trascribir entrevistas, dar a conocer tu negocio, hacer una mudanza, dejar solos a los niños o a tus mascotas, renovar las fotos de tus redes sociales, redactar tus anécdotas, ordenar tus fotos, diseñarte un plan de entrenamiento o simplemente conocer gente, ya sabes que puedes apuntarte a un Banco de Tiempo. Recuerda, eso sí, que el material o gastos, si los hay, los cubres tú.Y si la excusa es que no hay ningún Banco de Tiempo cercano, puedes formarlo y ser el o la integrante número uno. Te recomiendo la herramienta gratuita TimeOverFlow.



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