sábado, 16 de noviembre de 2013

El empleo que buscas, ¿es de tu talla?




Aunque hagamos el sano ejercicio de definir la calidad que esperamos de un futuro puesto de trabajo basándonos en sus condiciones (nivel de responsabilidad, salarial, proximidad a casa, disponibilidad geográfica, plan de carrera…) es fácil descubrirnos con posterioridad indagando en bolsas de empleo considerando opciones alejadas de nuestro objetivo inicialmente definido. Algunas parece que estén diseñadas para distorsionar la realidad de nuestro perfil.

Si bien es cierto que hasta ocupar un puesto de trabajo no se conoce la realidad del mismo, es muy importante no perder el norte (indicado con la “calidad del puesto de trabajo” antes referida) aun cuando ya se está ejerciendo. Podremos así diferenciar entre un “empleo” y una “fuente de ingresos”. El primero será aquél que responde a nuestro plan de carrera e intereses personales y el segundo será aquél que cada mes procura cierta cantidad de dinero a nuestra cuenta bancaria sin mayor interés para nuestra trayectoria profesional ni personal.

¿Conformarse? Mucha gente. Sin embargo, una buena estrategia para encontrar trabajo es compatible con ejercer 40 horas semanales en una ocupación cualquiera. Sin prisa pero sin pausa. Con poco tiempo a la semana podremos asegurar que aquel perfil propio cuya evolución nos motiva será considerado cuando la magnitud de una propuesta profesional sea afín a él.

Sanas tareas: mantener contacto con las empresas donde queremos estar, con las personas que nos pueden ayudar, reconocer carencias en el perfil formativo o aptitudes, identificar las formas de contratación más relevantes de aquellos puestos en los que encaja nuestro plan de acción, ganar caché en el sector definido, recursos en la red, acciones concretas como asistencia a eventos y celebraciones profesionales sectoriales… y sobre todo, preguntarnos, antes de afrontar una propuesta profesional si ésta nos acerca a un horizonte profesional atractivo de una u otra forma, a medio o largo plazo. No quiere decir esto que deban rechazarse aquellas propuestas que no encajen al 100% con nuestros intereses, únicamente asumir si es de nuestra talla o no lo es.


Todas las experiencias profesionales serán enriquecedoras de una u otra forma, pero mejor pasarlo bien durante el ejercicio de nuestra labor  dejándonos llevar sólo lo justo por las circunstancias, que siempre son pasajeras.


Conrado.



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