En algunas situaciones es necesario hacer una búsqueda
activa de empleo estando ya ocupado. Bien porque tenemos un contrato a tiempo
parcial y queremos complementar esta ocupación, bien porque queremos tantear
nuestro perfil en el mercado o bien porque ha llegado el momento de cambiar de
empleo.
Por razones diversas podemos tener interés en que no llegue
a nuestro centro actual de trabajo el interés que tenemos en cambiar de empleo.
Para mantener la discreción hay una serie de consejos que pueden ser de utilidad:
- No comentarlo dentro del círculo laboral: aunque evidente, este consejo no siempre se respeta, y si ampliamos el círculo a un segundo grado de contactos...mejor. Las malas praxis como imprimir currículums en el trabajo, enviarlos desde él, consultar bolsas de empleo dentro del trabajo, llamadas... no son recomendables.
- Ampliar y utilizar la red de contactos propia: como las ofertas que se publican son el grupo minoritario de la oferta total existente, vale la pena darse a conocer en el ámbito o sector que nos sea interesante mediante formaciones, eventos y actividades similares. Siempre respetando el punto anterior y con la receptividad adecuada a la información que nos llegue.
- En el currículum y demás documentación, omitir el nombre de la empresa en la que trabajamos actualmente y pasar a poner una breve descripción, suficientemente sutil para que no sea identificada.
- Evitar incrementos evidentes de nuestra actividad en internet. Por ejemplo, LinkedIn notifica cuando un usuario actualiza algún dato en su perfil. Si pasamos de un nivel de actividad bajo o nulo a varias actualizaciones por semana será llamativo. En este caso existe el recurso de “desactivar la notificación de actividad” para realizar todas las actualizaciones que sea y posteriormente, volverlo a activar.
- Verificar el grado de confidencialidad en las bolsas de empleo en las que ya estamos. Muchas veces existe la posibilidad de marcar una pestaña indicando que no queremos que ciertas empresas o ninguna empresa vea nuestro currículum.
- Si la empresa para la que trabajamos quiere detectar si estamos o no en el mercado de demandantes, puede hacer una búsqueda con 123people o similar. Para reducir el funcionamiento de este recurso, podemos optar por modificar el currículum que tengamos en internet sustituyendo nombre y apellidos por nuestras iniciales. También podemos colgar en una web o blog nuestro currículum de forma que cada apartado del mismo sea una imagen capturada de la pantalla. De esta forma no se trata como texto ante buscadores y no se pueden rastrear “palabras clave”. Se accederá a él desde un link que facilitaremos en la carta de presentación, escrita o a través de email.
- La vía principal de detección de empleos, si nos dedicamos en serio, será la autocandidatura. Esta vía permite contactar con personas muy concretas a las que se les deberá hacer llegar el mensaje certero de siempre (de forma breve y directa) añadiendo la coletilla de la privacidad que queremos mantener. En este paquete entran jefes de departamento, consultores de RRHH y similares. Para mayor tranquilidad podemos utilizar las redes sociales profesionales para verificar si las personas a las que vamos a contactar pueden estar vinculadas a nuestra empresa actual o no, pero este recurso es bastante limitado en muchos perfiles.
- Las bolsas de empleo de centros formativos y colegios profesionales son buenas en este caso por lo específico del perfil que suelen buscar y porque, al ser un servicio adicional a su actividad principal no suelen tener problemas en dar a conocer al candidato el nombre de la empresa que busca empleado.
- Podemos averiguar en la empresa para la que trabajamos actualmente cuál es el método habitual que utiliza para captar trabajadores. Si se limita a una consultora, lo tenemos bien: basta con evitarla. Si utiliza bolsas de internet, sería interesante poder ver anuncios pasados para poder detectar los anuncios futuros mediante palabras clave: “multinacional de gran consumo”, “despacho de ingeniería y prevención de riesgos”, etc... ya que la persona que ponga el anuncio puede utilizar la “plantilla” de la empresa en el portal donde ya la haya descrito.
No hay que descartar la posibilidad de plantear abiertamente
una promoción en la empresa en la que ya estamos: preguntar qué aptitudes serán
necesarias para optar al puesto que realmente nos interesa dentro de la
compañía y si éste es viable. Ante la imposibilidad de promoción, una dimisión
ya no es una sorpresa. Muchas personas consideran éste el camino honesto para
abandonar un puesto de trabajo: como este puesto ya no me supone un desafío y/o
no puedes mejorar mi situación, dimito, pero te he prevenido.
El problema de la gente que busca trabajo estando ya
ocupada, además de la privacidad, suele ser el tiempo. Al igual que en el caso
de la persona que no tiene empleo, vale la pena establecer una rutina de
trabajo, un buen plan de acción y, después de sembrar: a recoger. ¿Los primeros
pasos del Plan de Acción? Descripción del puesto deseado y recopilación y
recuento de recursos (tiempo incluido).
Conrado.
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